Potenciando una característica clave en nuestra futura profesión: “La Inteligencia Emocional”
Daniel Parra. Instituto de Nivel Terciario Nº 6029.
“Nuestra sociedad ha valorado de forma pertinaz durante los últimos siglos un ideal muy concreto del ser humano: la persona inteligente.” extracto del texto: La inteligencia emocional como una habilidad esencial en la escuela.
En nuestra sociedad también continua ponderando el ideal de la persona inteligente como alguien con una capacidad virtuosa que se destaca sobre los demás, pero el cociente intelectual en relación al rendimiento académico, que sigue manifestándose estadísticamente estable, en este siglo XXI ya no es “el” indicador de éxito profesional, como menciona el texto: “la inteligencia académica no es suficiente para alcanzar el éxito profesional. Los abogados que ganan más casos, los médicos más prestigiosos y visitados, los profesores más brillantes, los empresarios con más éxito, los gestores que obtienen los mejores resultados no son necesariamente los más inteligentes de su promoción. No son aquellos adolescentes que siempre levantaban primero la mano en la escuela cuando preguntaba el profesor o resaltaban por sus magníficas notas académicas en el instituto. No son aquellos adolescentes que se quedaban solos en el recreo mientras los demás jugaban al fútbol o simplemente charlaban. Son los que supieron conocer sus emociones y cómo gobernarlas de forma apropiada para que colaboraran con su inteligencia. Son los que cultivaron las relaciones humanas y los que conocieron los mecanismos que motivan y mueven a las personas. Son los que se interesaron más por las personas que por las cosas y que entendieron que la mayor riqueza que poseemos es el capital humano.”
Las personas que demostraron y que demuestran subconscientemente su éxito profesional poseen esta característica intrínseca para el desarrollo de ese éxito que las posiciona y es “la inteligencia emocional”.
La Inteligencia Emocional implica:
- La Empatía.
- La expresión y comprensión de los sentimientos.
- El control del mal genio (la ira.)
- La independencia.
- La capacidad de adaptación.
- La simpatía.
- La capacidad de resolver los problemas en forma interpersonal.
- La persistencia.
- La cordialidad.
- La amabilidad.
- El respeto.
Teniendo en cuenta que, el hecho de saber manejar nuestras emociones y manifestarlas inteligentemente en el proceso de aprendizaje aporta de manera significativa a una dinámica educativa en donde el estudiante puede despojarse de ese miedo a preguntar, opinar, discernir, etc.; aprovechar esta característica que cualquier persona la puede desarrollar, ya que a diferencia de los argumentos a favor del cociente intelectual como factor genético, la inteligencia emocional no es algo innato, por el contrario, se puede poseer esta habilidad que incluye el autodominio, la persistencia, la automotivación, etc. durante el aprendizaje. Aprovechar este conjunto de actitudes que componen la Inteligencia emocional no solo serán útiles en la escuela, lo serán aun más, en la vida profesional.
Fuentes bibliográficas:
- Fernández Berrocal Pablo, Pacheco Extremera Natalio: La inteligencia emocional como una habilidad esencial en la escuela. Universidad de Malaga, España
- Fernández Gerardo Casas: La inteligencia emocional. Costa Rica